LA CUERDA DE ESCALADA II (y otros aspectos de seguridad del material)

Continuando con el post que os dejábamos ayer, seguimos haciendo hincapié en la importancia de la cuerda de escalada y de la seguridad sobre el material de alpinismo, escalada y montaña. Esta vez os transcribimos una entrevista publicada por Desnivel a Pit Schubert, una de las máximas autoridades sobre seguridad en montaña. Pit aprovechó para aclarar algunas de las dudas más frecuentes y ofrecer valiosos consejos.

Desde los tiempos de la soga de cáñamo, desde aquellas escaladas en las que yendo de primero no estaba permitido caer, los escaladores han tratado de desarrollar todos los materiales que implican la supervivencia o, cuando menos, la protección de la integridad física. «Comencé en el mundo de la seguridad en montaña gracias a mi formación como ingeniero. Mi motivación venía de la necesidad de hacer ver a los fabricantes de productos para alpinismo que debían ponerse serios y alcanzar el nivel de la industria de sus tiempos. En aquellos años ya alcanzábamos la luna, y sin embargo continuábamos usando piolets con mango de madera. Acudimos a los fabricantes y comenzó todo», contesta Pit Schubert.


Pit estuvo en Madrid, en la Librería Desnivel, para presentar su última obra en castellano (en Alemania tiene una más reciente pendiente de traducción), Montaña y seguridad. Las plazas se llenaron para escuchar a esta eminencia mundial, nacida en Breslau en 1935. Y Pit no decepcionó. Haciendo gala de su humor y de su sapiencia, dio un curso acelerado de mantenimiento de material y repasó las posibles causas de degradación en los artículos, a través de los resultados de los estudios que Pit ha recogido durante casi veinticinco años.

Con el título de Ingeniería mecánica bajo el brazo, Schubert, se trasladó joven a Munich, donde dedicó 15 años de su vida a la industria aeroespacial. Desde entonces ha aplicado todos sus conocimientos a la investigación de las posibles causas de accidentes, al trabajo de laboratorio con los materiales y a la escritura de manuales obligatorios para cualquier escalador que aprecie su pellejo. «Por lo general los accidentes se producen por las prisas, el desconocimiento del medio o la falta de preparación. Los fallos del material ocupan una estadística mucho menor. Los errores humanos suelen ser los responsables», responde Pit a otra de las preguntas.

Dudas frecuentes y leyendas urbanas
Durante el coloquio, Pit, no sólo aclaró las dudas más comunes sino que trató de acabar con algunas leyendas urbanas que se han generado en el alpinismo. La Coca-Cola, dice, no es peligrosa para las cuerdas. «En Alemania se dice que si dejas un trozo de carne bañándose en Coca-Cola durante una noche, la carne se disuelve, y por ello me preguntaron si era perjudicial para las cuerdas. Hicimos la prueba. La carne no se diluyó». Con este tono resolvió algunas de las falacias en cuanto a la protección de cuerdas. Incluyendo el frío, el agua y la abrasión: «Las cuerdas al rapelar pueden calentarse, pero no fundirse. La cuerda no se rompe por ello, a menos que, al caer, el punto deteriorado toque exactamente en el filo». La siguiente pregunta, tras la respondida anteriormente, cuestionaba sobre los estudios realizados a cuerdas heladas o mojadas: «Los primeros ensayos de este tipo los hiceron unos españoles en los años 50, encabezados por José Antonio Odriozola. Nosotros hicimos los mismos experimentos y nuestras conclusiones fueron que una cuerda mojada o helada, si se ha superado el punto de congelación, pierde resistencia, aunque esto no es motivo suficiente para que se rompa».

Pit, ha ensayado mucho con las cuerdas y comenta que en sus manos sólo ha visto romperse una cuerda en una ocasión. Todavía escala con un arnés de hace veinte años, asegura que estas piezas no se deterioran en "tan poco" lapso de tiempo: «Si un arnés se rompe por su anillo de aseguramiento es del todo probable que una inspección a simple vista hubiera detectado un gran deterioro». Y las cuerdas, con 30 años, tampoco se rompen. «Si cuidamos el material y hacemos buen uso de él, sus propiedades se alargan mucho más tiempo del que creemos, aunque conviene cambiarlo de vez en cuando, sobre todo si a simple vista nos parece desgastado. Los fabricantes de material hacen mucho negocio a costa de la renovación habitual de material que hacemos los alpinistas, cuando en muchas ocasiones no es necesario». Así que saltó a la palestra un fabricante. Paco Aguado, sobresaliente escalador de la decáda de los 80 y creador de Soloclimb, preguntó a Pit sobre la incidencia del sol en las cuerdas: «Los rayos del sol, cuando inciden directamente y prolongadamente, sobre una cuerda decoloran la camisa, pero tras las pruebas que hemos realizado esto no afecta a su resistencia e interiormente conservan sus propiedades».

Pit respondió y convenció a un público que, a día de hoy, seguro que se siente más seguro en la montaña, pues un par de consejos valiosos y desconocidos no se le escaparon a nadie. Culminó la presentación con alguna firma de ejemplares, muchas palabras de agradecimiento y la sonrisa de un Pit Schubert agradable y pragmático en sus palabras. A continuación podéis leer alguna de las preguntas a las que Pit respondió.

¿Qué estudios se realizan a nivel molecular para estudiar los posibles daños internos, por ejemplo en los mosquetones?
Todos los estudios que se realizan ofrecen garantías de la salud interior del material, sin embargo hay que tener mucho cuidado con los defectos de fábrica que se observan en algunas piezas exteriormente. Estudiadlas bien, reconocedlas y si observais cualquier fisura ya sabéis lo que teneis que hacer. Aunque en ningún caso esto implica que el mosquetón pueda fallar.

¿Habrá como en los mosquetones un certificado de laboratorio en los parabolts y chapas que se pueda ver? ¿Nos podemos fiar de los productos fabricados en China?
Teóricamente, si un producto tiene las siglas CE debe estar en perfecto estado, salvo por alguna señal visible. El problema es que los chinos falsifican estas siglas. Muchos fabricantes crean sus productos en China y su material ofrece todas las garantías, pues es la empresa quien lo supervisa. El problema viene cuando los materiales son vendidos por firmas que no son de confianza.
En cuanto al certificado de las chapas, todas deben llevar un número (EN959), si no lo encuentras, mal asunto.

Sabemos que se estudia el impacto de la fuerza máxima sobre los mosquetones, ¿pero se hace algún estudio que verifique su fiabilidad en cuanto a la duración de esas fuerzas, aunque sean en menor medida?
En principio la fuerza súbita es un problema grave, pero una mala caída escalando lleva consigo un tiempo de exposición a esa fuerza. Por ejemplo, en deportiva la fuerza alcanza los 7 kilonewtons y la hemos probado en 1.000 caídas con el mismo mosquetón. Es improbable que se rompa, a menos que alcancemos los 15 o 18 kilonewtons, ya que el límite es 20, y una fuerza prolongada por debajo de esas cifras no debería ocasionar ningún daño. Una caída severa puede llegar a los 12 kilonewtons, con lo que queda muy lejos del rango de rotura.

¿Los crampones pierden propiedades con su uso prolongado?

Sí, los crampones, con el uso y el paso del tiempo, se ven sometidos a un proceso de fatiga y aparecen microgrietas que pueden observarse con una lupa. Si pasara lo mismo en aeronáutica los aviones caerían como moscas. He trabajado en esa industria durante 15 años y hemos realizado las pruebas necesarias para asegurar que los materiales no se van a partir. Habría que hacer lo mismo con los crampones, la normativa debería exigirlo. El problema es que los fabricantes de crampones forman parte de la comisión elaboradora de las normas y realizan un ensayo único y no cíclico de la fatiga. Grivel es el único fabricante que hace los mismos tipos de tests que se hacen con los aviones.

¿La tendencia va hacia el uso de resinas o los anclajes mecánicos seguirán siendo los más usados?
Lo mejor es siempre la resina. Los anclajes mecánicos que se usan para las aperturas sirven para colocarse con bastante velocidad, pero esto puede hacer que penetre la humedad y que la roca que se aloja en su interior se pueda deteriorar. Siempre, a ser posible, resina.

¿Cuántos accidentes has sufrido?

Dos. Una vez una piedra me cayó encima y la segunda se me congelaron los dedos de los pies.

Fuente: Desnivel

1 comentaris:

guias de montaña dijo...

Desde luego que son cosas geniales para ir mejorando paso a paso y más nosotros que nos dedicamos a ello profesionalmente, gracias por la ayuda