PROGRESIÓN EN NIEVE DURA

Artículo extraído de la revista Desnivel, escrito por Máximo Murcia


Unos consejos que intentan recordar los peligros de la nieve, para tratar de evitar algún accidente de los que cada invierno nos sorprenden por su reiteración. En esta ocasión, abordamos las precauciones más adecuadas y técnicas a seguir ante la nieve dura.

Como siempre, las ascensiones más fáciles son las que más accidentes provocan, la inexperiencia de muchos de los candidatos a estas ascensiones, la relajación que suponen las "cuestas", y unas condiciones de nieve dura o hielo, son un cóctel extraordinariamente peligroso. Las condiciones de una ascensión pueden cambiar como la noche y el día. La nieve blanda aumenta considerablemente la seguridad, aunque a veces no facilita las ascensiones precisamente, ya que el esfuerzo puede acentuarse si hay que realizar una profunda huella. Pero en lo que se refiere a la posibilidad de resbalar, lógicamente es mucho menor o inexistente según la pendiente y, en caso de ocurrir, las posibilidades de autodetención son muy elevadas a poco que el escalador tenga una mínima práctica, siempre necesaria. Todo esto permite progresar sin crampones y sin cuerda en las pendientes fáciles. En resumen, la nieve blanda, entendiendo por ello aquella donde la bota entra generosamente, lo perdona casi todo, aunque a veces otros peligros como las avalanchas entran en juego.


La nieve dura sin crampones requiere una constante atención.

Ascendiendo sin cuerda por nieve dura, técnica de los pies planos

Técnica frontal

Técnica mixta
Nieve dura, la técnica en marcha.
Cuando la nieve se presenta dura, es decir, apenas hacemos huella con la bota, obtener la máxima seguridad posible es cuestión de que cada cordada tenga los suficientes conoci-mientos del medio, técnicos, y como siempre... sentido común. Si se sube sin crampones, las posibilidades de autodetención son ya más selectivas, se necesita mucha práctica y una reacción sin titubeos que no permita adquirir mucha velocidad.

La primera prevención es tener el juicio suficiente como para ponerse los crampones cuando son necesarios, esto es tan obvio que parece una broma, pero muchos accidentes tienen como protagonistas a montañeros que resbalan con sus flamantes crampones... en la mochila. Claro está que hay pendientes de nieve dura que con habilidad y un sabio manejo del piolet pueden subirse sin crampones, pero a no ser que sean muy cortas y sin peligro, no tiene mucho sentido soportar la tensión y el riesgo que ello supone, ya que el escalador no puede relajarse y debe tener una confianza absoluta en sus habilidades para la autodetención.

Sed precavidos, y poneos los crampones en un lugar cómodo, antes de llegar a un sitio comprometido o empinado donde tengas que hacer malabarismos. Los crampones por supuesto que los lleváis colocados a mano en la mochila y bien regulados a las botas desde casa.

Caminar con crampones no tiene mucho misterio, pero presta constantemente atención a lo que haces con tus pies y mantenlos bien separados para evitar enganchones con las puntas en las polainas o los pantalones. En cuanto a la técnica a emplear, ya sea pies planos, técnica frontal o mixta, se supone que ya has practicado suficiente en cursillos o por tu cuenta para emplearlas adecuadamente. En las manos siempre tienes la opción de usar bastones o piolet según la inclinación y dureza de la pendiente.

Ascendiendo sin cuerda y técnica mixta en la norte del Gra de Fajol.
Y la cuerda ¿qué?
Éste es el asunto más peliagudo, y la mala utilización es la causa de muchos y trágicos accidentes. Hay una cosa obvia en la utilización de la cuerda en la nieve dura, si ésta no pasa por un punto de anclaje fijo a la montaña, no hay posibilidad de que sujete nada ni a nadie. Dicho así es tan evidente que parece lógico que cuando se utiliza uno, fe, combinación con la instalación de anclajes. Pero cantidad de cordadas se empeñan en subir encordados sin colocar anclajes (lo que se llama ensamble) en caso de que alguno caiga, el desenlace es previsible sin ser muy lince: el que cae arrastra a todos los demás irremisiblemente, l
a posibilidad de autodetenerse es prácticamente nula, ya que para que esto sucediese, todos deberían pararse a la vez si no, aunque alguno logre detenerse el tirón provocado por los demás le vuelve a lanzar hacia abajo. Si no te lo crees prueba algún día en un lugar sin peligro con tus compañeros sin crampones (por supuesto) busca una pendiente de nieve dura sin obstáculos y acabada en llano y a ensayar (con casco).

Mucha atención.-
En pendientes de nieve dura solo hay dos opciones, o se sube sin cuerda o se usa la cuerda y se colocan anclajes capaces de frenar una caída.
Esta forma de progresar simultáneamente sin anclajes solo tiene sentido como una forma de transición en terrenos muy fáciles donde no sea posible una caída, para no tener que guardar la cuerda si la vamos a necesitar más adelante pero no como forma de buscar seguridad ya que este sistema no añade ninguna. Un caso aparte es el tránsito por glaciares en los que la cuerda se usa de forma específica y continua.

Subir sin cuerda
La seguridad es aquí una cuestión que depende totalmente de la capacidad técnica del individuo. Para lo que para alguien
puede ser una locura para otro puede ser un paseo. Si se usan correctamente las herramientas, escalar sin cuerda hasta cierta dificultad es tan seguro como con ella, ya que el piolet puede ser un autoseguro constante. Además ir sin cuerda hace prestar gran atención y extremar las precauciones La cuerda suele crear sin embargo una sensación de falsa seguridad y una tendencia a ir más deprisa y arriesgar más.


Cuerda y anclajes

Si no te sientes seguro sin cuerda, no lo dudes, encuérdate a tus compañeros. Podéis optar por subir escalando simultáneamente con seguros intermedios o escalar a largos montando reuniones.

Escalada simultánea con seguros: es un compromiso intermedio que permite una cierta seguridad en terrenos fáciles o de mediana dificultad, donde una caída es poco probable pero no imposible. Los escaladores avanzan a la vez, pero al menos hay uno, o mejor dos buenos anclajes entre ellos capaces en teoría de detener una caída. Cuando el escalador que progresa detrás del primero llega a un anclaje, al menos debe haber otro entre él y su compañero. Con este sistema cada cierto tiempo la cordada debe reunirse para pasar al primero todo el material que ha ido dejando.


Cordada escalando a largos en nieve dura.
Escalada a largos: montar reuniones y escalar a largos es naturalmente el sistema más seguro, pero también el más lento. Los escaladores que se inician deberían recurrir a este sistema a la más mínima duda, siempre es mejor pasarse que no llegar y llevarse algún susto.

Seguridad y rapidez
He aquí el quid de la cuestión y lo más difícil del aseguramiento en nieve: saber juzgar las condiciones con acierto y emplear el sistema más adecuado en cada caso. Ésta es la fórmula para escalar seguro, pero también rápido, ya que en alta montaña la rapidez es uno de los factores de seguridad que no hay que olvidar.


Enterrando un piolet en posición horizontal, como punto de anclaje.
Unas pendientes fáciles de nieve dura hasta unos 45º donde los crampones muerden de forma óptima sin esfuerzo, puede ser escalada con seguridad sin cuerda por escaladores con cierta práctica. A partir de aquí, si la pendiente se empina se puede optar por la escalada simultánea con seguros o escalar a largos. La cuerda puede llevarse desplegada desde el principio para no tener que pararse a encordarse en un lugar incómodo; la puede llevar un escalador desplegada tras de sí y los demás desatados. En caso de tener que atarse, lo pueden hacer rápidamente mediante mosquetones de seguridad en el arnés (dos mosquetones). Si la pendiente vuelve a tumbarse, se pueden desatar de nuevo fácilmente.



Los anclajes en nieve dura

Así, los anclajes son la clave de la seguridad, sin duda debes aprender a evaluar su resistencia. Cuanto más dura sea la nieve más resistente podrás hacer el anclaje, pero la confianza la debes adquirir haciendo tus propias pruebas, Realiza todos los anclajes posibles y ensaya con caídas cada vez más largas, por supuesto en un lugar sin peligro: una pendiente moderada, sin obstáculos y que acabe en llano. Toma precauciones como ponerte el casco y evitar que si el anclaje salta llegue a alcanzarte (deja distancia suficiente de cuerda o ata el anclaje a otro más sólido para que lo sujete si salta).

Piolet y estacas: los anclajes con piolet, tanto vertical como horizontal, son los más básicos que se aprenden en un cursillo de iniciación y a los que más recurrirás. Como seguro intermedio, aunque las estacas pueden ser algo engorrosas de llevar, en nieve dura son un buen anclaje intermedio. Para que sean seguras colocadas en posición vertical, debieras tener que meterlas a martillazos. Si entran demasiado fácilmente no son seguras en esa posición, y debes colocarlas horizontalmente como cuando entierras un piolet.

Anclas: las anclas funcionan en nieve blanda y también en nieve dura, siempre que puedas hundirla bien en la superficie, aunque sea a base de golpes. En nieve dura tendrás que cortar profundamente con la hoja de piolet el canal para que salga el cable.

Preparándose para rapelar de una seta, un anclaje seguro pero en cuya fabricación no debemos escatimar tiempo.

Setas: en nieve dura son un anclaje excelente, pero son evidentemente el método más laborioso, normalmente recurrirás a él como anclaje de rápel , pero no te cortes si lo necesitas para hacer una reunión segura, para eso no hay que escatimar tiempo.


Sistemas de aseguramiento

El dispositivo que debes emplear para asegurar a tu compañero conviene que tenga una baja fuerza de frenado para hacer más dinámico el aseguramiento en caso necesario, recuerda que el popular ocho es en este caso adecuado, así como algunos tubos de freno. El funcionamiento de los dispositivos puede verse afectado seriamente si las cuerdas se mojan o se ponen rígidas con el hielo, en el caso del ocho tienes la posibilidad de usarlo en opción "rápida". Si tu dispositivo no funciona correctamente, puedes asegurar alrededor de la cintura pasando la cuerda activa e inactiva por un mosquetón colocado en el anillo del arnés, es decir utilizando tu cintura como fricción.


Frecuente situación de la ruta normal del Mont Blanc; la masificación en las vías requiere adoptar precauciones.
Otras cordadas en Compañía
En muchas ascensiones clásicas la compañía de otras cordadas es inevitable, y esta compañía, a veces más numerosa de lo deseado, puede ser el origen de problemas de muchos tipos. Uno de los más frecuentes para los inexpertos es la inercia de ver lo que hacen los demás y tratar de imitarlo. Juzga por ti mismo y actúa según la capacidad de tu cordada, no siempre la cordada vecina hace lo más apropiado. Los que nos preceden además nos regalarán inevitablemente con una constante caída de nieve. En corredores estrechos puede ser un problema realmente molesto y puede hacer recomendable renunciar.
Sinceramente, si la cordada que os precede es de las que escala en ensamble, es decir, todos encordados y sin colocar anclajes, es mejor que os deis la vuelta. Les podéis advertir amablemente de su error, pero si insisten, mejor evitad que hagan carambola con vosotros.

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