NO ESTAR EN FORMA EQUIVALE A 25 AÑOS MENOS DE VIDA

Entrevista a Steven N. Blair, investigador que sentó las bases de lo que hoy se conoce como actividad física saludable. Afirma que el sedentarismo es más dañino que el tabaco.


Steven N. Blair es uno de los referentes mundiales en la investigación de los efectos nocivos del sedentarismo. «La inactividad es el mayor problema de salud pública al que nos enfrentamos en el siglo XXI», afirma. Esta semana ha visitado Madrid, invitado por la Consejería de Deportes de esta Comunidad, para apoyar una campaña institucional de fomento de la actividad física dirigida a la población y a la presentación de un foro en internet ('www.foroganasalud.es') que analizará las últimas investigaciones internacionales sobre el tema.

Pregunta.- ¿De qué nos hará enfermar el sedentarismo?
Respuesta.- La raza humana necesita la actividad física para sobrevivir. Es muy importante mantenerse activo para evitar enfermedades cardiovasculares, ictus, diabetes e, incluso, cáncer.

P.- Nos han dicho que las epidemias del siglo XXI son el tabaquismo y la obesidad...
R.- Nuestra investigación nos demuestra que la inactividad es el principal predictor de mortalidad. Es ligeramente superior que el tabaquismo y mucho más importante que la obesidad y los niveles altos de colesterol. El problema es que el porcentaje de personas inactivas es muy superior al de las que tienen otros factores de riesgo.

P.- Vamos, que es más peligroso ser 'vaguete' que obeso.
R.- Mucho más. Lo cierto es que la mayoría de la investigación en resultados de salud sobre la obesidad no ha tenido en cuenta la actividad y mucho menos como medida objetiva de la forma física. En 1995 publicamos el primer estudio que demostró que el riesgo de muerte es menor entre los obesos con buena condición física que en las personas de peso normal pero sedentarias. La cuestión de la obesidad es que se ve y se tiende a suponer que el obeso no está en buena forma.

P.- ¿Y es una suposición errónea?
R.- Hay mucha discriminación contra el sobrepeso. Debido a nuestros hallazgos, he sido una espina clavada para muchos de los investigadores de la obesidad. Creo que no se debería publicar ningún artículo sobre el tema en las revistas científicas si en el análisis no se incluye la actividad y la forma física evaluadas de forma objetiva.

P.- Nos deberían prescribir actividad física en la consulta...
R.- Uno de los retos es convencer a los médicos de familia, a los pediatras, a los ginecólogos... a los que están en la primera línea asistencial para que, además de interrogarle sobre si fuma o de pesarle, introduzcan preguntas sobre actividad física. En EEUU estamos arrancando una nueva iniciativa, 'Ejercicio es Medicina', con la idea de que sean conscientes de la importancia de la actividad física para sus pacientes. Idealmente, además de hacerles preguntas, deberían medir de forma objetiva su forma física.

P.- ¿Cómo?
R.- Invitando al paciente a llevar un podómetro [dispositivo que cuenta los pasos] durante una semana. En función de los que dé cada día, el médico podrá evaluar si es o no suficiente y aconsejar una cantidad.

P.- ¿Qué dosis recomienda?
R.- Ahora está claro que 30 minutos diarios de actividad física moderada, como caminar andando 10 minutos tres veces al día durante cinco días a la semana, ejerce un efecto protector sobre la salud. Es la recomendación básica que tenemos que publicitar los médicos...

P.- ¿Qué ganaremos?
R.- Si se pasa de no hacer nada a realizar esos 30 minutos diarios de actividad se reduce a la mitad el riesgo de morir en los 10 años siguientes. Si añadimos actividades más extenuantes, como el fútbol o el footing, se puede ganar un 10% o 15% más. Hemos visto que personas de más de 80 años en buena condición tienen un riesgo inferior a otras de 60 inactivas. Una mala forma física es equivalente a 25 años menos de vida.

P.- Muchos no tenemos tiempo para ponernos en marcha...
R.- Nadie está tan ocupado como para no poder caminar 30 minutos al día. Sólo hay que usar el ingenio para incorporar la actividad a la vida cotidiana: andar en vez de coger al autobús, pasear por el andén del Metro en las esperas, caminar mientras se habla por el móvil...

Fuente: Suplemento Salud elmundo.es

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